Cinco son los mártires del siglo XX en España que terminaron su pasión el jueves 10 de septiembre de 1936: un lasaliano –Félix España Ortiz– en la provincia de Barcelona, un operario diocesano en la de Tarragona, un dominico en Madrid, un joven sacerdote diocesano –Miguel Beato Sánchez, que sufrió tres días de terrible calvario- en la provincia de Toledo y otro en la de Almería.
En Japón se conmemora el martirio de los beatos Sebastián Kimura, Carlo Spinola (jesuitas), Francisco Morales (dominico) y 49 compañeros sacerdotes, religiosos, matrimonios, jóvenes, catequistas, viudas y niños (1622); en las islas británicas, el del sacerdote benedictino san Ambrosio Eduardo Barlow (1641); en Francia, el del beato sacerdote carmelita Jacobo Gagnot (1794). En Rusia, la Iglesia ortodoxa ha glorificado a 14 mártires de este día: 12 de 1918 (diez de ellos, monjes del monasterio de Zilant: el archimandrita Sergio Zaitsev, los sacerdotes Lorenzo Nikitin y Serafín Kuzmin, el diácono Teodosio Alexandrov, los monjes Leoncio Karyagin y Esteban, más los novicios Jorge Timofeev, Sergio Galin, Hilarión Pravdin y Juan Sretensky, siendo los otros dos mártires el sacerdote Alejo Budrin y el diácono Alejandro Medvedev), uno de 1931 (el sacerdote Nicolás Georgievsky) y uno de 1937: el sacerdote Basilio Sokolsky.