Entre los asesinados el viernes 28 de agosto de 1936 han sido beatificados 35: 15 benedictinos del Pueyo, en Barbastro; seis lasalianos -los hermanos Agapito Modesto, Elías Paulino, Daniel Antonino, Jacint Jordi, Eladio Vicente y Anselmo Fèlix (víctimas, con el párroco de Cambrils, Isidre Fàbregas Gils, de una saca del barco Río Segre)- más otro sacerdote secular en la provincia de Tarragona y uno de la misma diócesis en la provincia de Lérida; en la de Valencia dos laicos –Juan Bautista Faubel y Arturo Ros, a quien echaron a un horno de cal encendido- y un sacerdote capuchino; en Almería tres sacerdotes diocesanos; en Barcelona dos religiosos hospitalarios –Serviliano Solá Jiménez (hermano Luis Beltrán) y Alejandro (hermano Mauricio) Íñiguez de Heredia Alzola-; un sacerdote diocesano en la provincia de Albacete, otro en la de Jaén y otro en la de Ávila.
En las islas británicas es aniversario del martirio del sacerdote beato Guillermo Dean y de otras siete personas (beatos Guillermo Gunter, Roberto Morton, Tomás Holford y Jacobo Claxton, presbíteros; Tomás Felton, franciscano; Enrique Webley y Hugo More, seglares) en 1588 y del de san Edmundo Arowsmith (1628); en Francia, del del beato Carlos Arnaldo Hanus (1794); en Polonia, del del beato Alfonso María Mazurek, sacerdote carmelita descalzo martirizado por los nazis (1944).