Siete mártires del siglo XX en España terminaron su pasión un 13 de octubre: dos de 1934 (los paúles Salustiano González Crespo y Tomás Pallarés Ibáñez) más cinco de 1936: el lasaliano Ruperto García Arce (hermano Florencio Miguel) en Barcelona, y en Tarrasa los carmelitas de la antigua observancia Antonio (Ludovico María) Ayet Canós y Ángel (Ángel María) Presta Batlle. Además fueron martirizados, en Figueras (Gerona), el sacerdote paúl Juan Puig Serrá y en Almería el párroco de la localidad de María, Herminio Motos Torrecillas.
Además, es el aniversario de la beatificación de 522 mártires en 2013 en Tarragona, por ese motivo se celebra en esa diócesis la memoria obligatoria del obispo Manuel Borrás y sus compañeros mártires, y entre los claretianos la de José María Ruiz Cano y sus compañeros. Este aniversario se celebra en el Santuario de Santa María de la Villa de Martos (Jaén) con una misa a las 18 horas en honor de los dos mártires cuyos restos se veneran allí: el seminarista Antonio Aranda Espejo y la religiosa Madre Victoria Valverde González.
En Córdoba se celebra la memoria de los santos mártires Fausto, Jenaro y Marcial (siglo III o IV); en Francia, la del beato sacerdote Pedro Adrián Toulorge (1793). En Rusia, la Iglesia ortodoxa ha glorificado a 12 mártires de este día: uno de 1918 (el arcipreste Procopio Popov) y el resto de 1937: una laica (Apolinara Tupitsina, dos salmistas (Alejo Serebrennikov y Mateo Soloviev), cinco sacerdotes (Vyacheslav Zankon, Simeón Lileyev, Alejandro Orlov, Pedro Pushkinsky y Pedro Soloviev), un protodiácono (Serafín Vasilenko), un sacerdote (Basilio Guryev) y una monja de clausura (Alejandra Chervyakova).
El hermano Ángel María, de 21 años y oriundo de Olot (Gerona), vistió el hábito de los carmelitas calzados en Onda (Castellón) en 1930 y era el cocinero del convento de Tarrasa.
Lo mataron junto con el hermano Ludovico María, de 50 años y oriundo de Villarreal de los Infantes (Castellón), que vistió el hábito a los 19 años. En 1920 fue destinado a la fundación de Puerto Rico durante dos años y luego a Venezuela, donde trabajó hasta su regreso a España en 1928. Vivía en el convento de Barcelona. Según el relato de Abel, el 18 de julio de 1936 por la tarde, el padre Luis Codinach pidió a fray Ludovico que fuera a Tarrasa a preparar la fiesta del Carmen, que se celebraría el domingo 19 (sin embargo, la fiesta propiamente dicha es el 16 de julio): en Terrasa fue encarcelado el 21 de julio junto con fray Ángel. El 13 de agosto los trasladaron con otros presos a la cárcel Modelo de Barcelona, desde donde el 12 de octubre los llevaron a Palacio de Justicia y en la noche del 13 al «cementerio clandestino» de Tarrasa, donde los fusilaron (en la posguerra sería el cementerio nuevo).
Como puede verse en la imagen, la Causa General registró el asesinato de fray Ángel (folio 91), residente en la localidad, pero no de fray Ludovico. Los daños materiales registrados en el convento se evaluaron en 5.000 pesetas (folio 96).
Asesinado en el castillo de Figueras con otros ocho sacerdotes y cuatro laicos
El sacerdote paúl Juan Puig Serrá había nacido en Sant Martí de Centelles (Barcelona) el 20 de julio de 1879 y tenía por tanto 57 años en el momento de su martirio en Figueras, donde se encontraba desde abril de 1932 y donde ayudaría incluso al preso con el que compartía celda, según la biografía de la beatificación:
En Figueras confesaba a mucha gente, especialmente los jueves en que había mercado. Incluso encerrado en el castillo de Figueras continuará haciendo apostolado. Le metieron en la celda un delincuente común, y los familiares que lo visitaban notaron sensiblemente el cambio de su mente, que hasta llegó a pedirles perdón por su mal ejemplo y las enseñanzas anticatólicas que les había inculcado.
El 19 de julio de 1936 toda su comunidad excepto él habían ido a Palma de Mallorca a celebrar el centenario de la casa. Se refugió en el Asilo Vilallonga que regían las Hijas de la Caridad como un acogido más para pasar desapercibido. Allí lo prendieron mediante el engaño de un miliciano que lo conocía, el 5 de agosto y lo condujeron al castillo de San Fernando convertido en penal. En la prisión todos sabían que morirían por la fe. Constantemente había bajas de sacerdotes o católicos que habían sacado para el martirio.
Al P. Puig lo mataron violenta y cruelmente el 13 de octubre de 1936, dentro de la cárcel, junto con otros 8 sacerdotes y 4 seglares destacados por su relación con la iglesia local. En los días anteriores a la masacre fueron trasladando a todos los demás presos a la cárcel de la ciudad, quedando ellos solos en el castillo con una segura sentencia de muerte. Los encerraron juntos en una celda oscura del sótano y, hacia el atardecer del día 13, fueron allí un grupo de milicianos marxistas, abrieron las puertas de la celda y comenzaron a disparar tiros contra ellos bárbaramente, divirtiéndose con el espectáculo, hasta que no quedó ninguno vivo.
Matadme, yo no puedo más, pero os perdono todo
Herminio Motos Torrecillas, nacido en María (Almería) el 9 de diciembre de 1887, era desde 1912 párroco de su pueblo, donde lo martirizaron cuando contaba 48 años. Según la biografía de la beatificación, un mes antes de la victoria del Frente Popular habría profetizado al obispo de Almería que serían mártires:
En enero de 1936, ante el beato don Diego Ventaja, profetizó: Caeremos muchos, caerán no sólo los mejores, sino los mejores y los peores. Pero no hay que olvidar las palabras de Jesús a Pedro: “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. Vendrá la Persecución a la Iglesia, pero después vendrá el resurgir y un nuevo florecimiento.
Al comenzar la Persecución Religiosa, el veintitrés de julio, registraron su casa y lo expulsaron del pueblo. Refugiado en el próximo cortijo de Zelaya, declaró: Yo he ofrecido mi vida por la salvación de mi pueblo. El siervo de Dios, cayendo nuevamente de rodillas, les contestó: Pues matadme, yo no puedo más; pero os perdono todo. Llevado a la dehesa de Alfahuara el trece de octubre, repartió sus pertenencias entre los milicianos y alcanzó el martirio.
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MARIANO GAMO SERRANO
que en el Paraiso estas
donde angeles en vela
guardando la puerta van
con sus espadas de fuego
con su impasible ademan
para que los escogidos
solo alla puedan entrar
rojos de sangre y de odio
te pusieron a ti alla
y en la lista de los muertos
que por la Patria lo estan
pero no importa Mariano
tu vida completa esta
que tus hijos te recuerdan
y en ellos presente estas
esas balas asesinas
no podran contigo ya
que marchas en las legiones
que por los lucero van
A mi padre fusilado por los rojos el 16 de Agosto de 1936
La sinrazón y el odio llenó los corazones de Muchas personas que aparentemente no tenían motivo para matar a sangre fría, pero ocurrió.
Esto es memoria histórica, y no se dice nada?
Hay caídos de primera y segunda
Y a todo los que murieron por ser católicos, dónde se les pone?
Soy católica y me siento deuda por estas muertes que no salen a la luz
Tenemos miedo? No
Nos falta empatía y verguenza
Seguiremos metiendo la cabeza bajo el ala y que nos den todo hecho