Además de 23 adoratrices asesinadas en Madrid, terminaron su pasión el 10 de noviembre de 1936 otros dos mártires del siglo XX en España: el sacerdote albaceteño Miguel Díaz y el hospitalario aragonés hermano Acisclo Pina. Después de comulgar de rodillas, las adoratrices murieron de forma que un testigo relató así a su mujer: «morían con la sonrisa en los labios y bendiciendo a Dios. ¡Qué mujeres!».
En Paracuellos el 10 de noviembre cesaron las sacas, al nombrar la Junta de Defensa inspector general de prisiones al anarquista Melchor Rodríguez, contrario a ellas, por lo que será apodado “el ángel rojo”. Además de las adoratrices, hay un hospitalario mártir en Montcada i Reixac y un sacerdote diocesano en Albacete.

Para la misa de beatificación de 16 mártires del siglo XX en España que preside a las 11 horas de hoy en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal Giovanni Angelo Becciu, se ha elegido este logo de una espiga con 16 granos. La causa de Teodoro (Cirilo) Illera y 15 compañeros -asesinados en la provincia de Barcelona entre el 27 de julio de 1936 y el 15 de febrero de 1937- agrupa a 9 religiosos de la Congregación de San Pedro ad Víncula y tres laicos que les ayudaban (dos de ellos hermanos que tuvieron medio año a cinco religiosos escondidos en su casas), todos ellos burgaleses; más tres religiosas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor (catalanas) y una más Franciscana de los Sagrados Corazones (de Valladolid).
En Alemania, se conmemora el martirio de tres beatos sacerdotes, Juan Prassek, Germán Lange y Eduardo Müller, ejecutados por los nazis junto con el pastor luterano Karl Friedrich Stellbrink (1943). En Rusia, la Iglesia ortodoxa ha glorificado como mártir al sacerdote Juan Vilensky (1918).