Seis mártires del siglo XX en España nacieron un 27 de febrero: un claretiano ilerdense, una carmelita misionera gerundense, dos párrocos almerienses, una hermana de la Caridad cacereña y un marista burgalés.
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Cinco mártires de la Revolución Española nacieron un 19 de febrero: un claretiano cacereño, un capuchino leonés -uno de los seis mártires entre un centenar de asesinados en Gijón-, un laico ferroviario manchego –Álvaro Santos Cejudo-, un dominico asturiano y una Hermana de la Caridad vasca.
Dos mártires del siglo XX en España murieron el 11 de febrero de 1937: un hospitalario asesinado en Valencia y una hermana de la Caridad que murió en el hospital de los Franceses en Madrid, una muestra más de que para ser mártir no es imprescindible morir violentamente, sino que basta que los sufrimientos causados por la persecución religiosa mermen notablemente la salud y la duración de la vida.

Tres mártires del siglo XX en España terminaron su pasión el 17 de noviembre de 1936: dos hermanas de la Caridad en Madrid y un lasaliano en Barcelona. Una de las dos primeras, Josefa Gironés, dijo tras emitir sus primeros votos el 19 de julio de 1936, con las iglesias de Madrid en llamas: “¡Ya puedo ser mártir!”.
En Córdoba se conmemora a los santos mártires Acisclo y Victoria (313); en Japón se celebra el aniversario del martirio del beato samurai León Saisho Shichiemon Atsutomo (1608) y del de los santos sacerdotes dominicos Jordán Ansalone y Tomás Hioji Rokuzayemon Nishi (1634); en Paraguay (de donde procedía aunque nacido en la España europea) y Brasil (pues a ese país pasó después el territorio de las misiones del río Ijuí, que desemboca en el Uruguay hoy en la frontera brasileño-argentina), el del sacerdote jesuita san Juan del Castillo (1628); en Francia, el del beato sacerdote Lope Sebastián Hunot (1794); en Ucrania y Polonia se conmemora al obispo mártir beato Josafat Kocylovskyj (1947). En Rusia, la Iglesia ortodoxa ha glorificado a tres mártires y un confesor de este día de los años 1931 (el sacerdote Nicolás Vinogradov, confesor), 1935 (la monja Eugenia Lysova), 1937 (el sacerdote Alejandro Petropavlovsky) y 1941 (el sacerdote Ismael Bazilevsky).
Tres mártires del siglo XX en España terminaron su pasión en 31 de octubre de 1936. Sobre el sacerdote capuchino Jesús Miguel Girbau (Timoteu de Palafrugell), de 39 años, al que asesinó el comité de Olot junto a otros presos para evitar su traslado a Gerona (donde habrían estado supuestamente protegidos del terror revolucionario) puede verse la entrada del 24 de marzo.
En las islas británicas se conmemora el martirio del hermano jesuita irlandés Domingo Collins (1601); en Polonia, el del beato sacerdote Leon Nowakowski (1939). En Rusia, la Iglesia ortodoxa rusa ha glorificado a cinco mártires de 1937: dos arciprestes (Andrés Voskresensky y Sergio Gusev), dos sacerdotes (Sergio Bazhanov y Nicolás Sokolov), más una laica (Isabel Krymova).

Hay siete mártires del siglo XX en España que nacieron un 20 de octubre, entre ellos el novicio hospitalario de 25 años Juan Alcalde Alcalde, al que habían hecho un simulacro de fusilamiento, y que fue el que con más fuerza gritó ¡Viva Cristo Rey! entre los presos de la saca de San Antón (Prisión Provincial de Hombres número 2) hacia Paracuellos el 28 de noviembre de 1936 (uno de ellos era el dramaturgo Pedro Muñoz Seca).
Hoy se conmemora en Turquía y Grecia el martirio de San Andrés «in Crisi» o «Calibita» (767, era cretense y murió en Constantinopla). En Rusia, la Iglesia ortodoxa ha glorificado al arcipreste Nicolás Kazansky (1942).

Nueve mártires del siglo XX en España terminaron su pasión el viernes 25 de septiembre de 1936: dos salesianos –Tomás Gil y Juan Codera– y un benedictino -el padre José Antón– en Madrid, dos pasionistas -el padre Juan Pedro de San Antonio y el hermano Pablo María de San José– y un marianista –Jesús Hita Miranda– en la provincia de Ciudad Real, un marista –Luis Fermín Huerta– preso en el barco Cabo Quilates, en Bilbao, un laico almeriense –Rafael Calatrava– y un sacerdote claretiano –José Capdevila– en Barcelona.
En Jaén y la orden trinitaria se celebra además al beato Marcos Criado (1569). En Rusia, la Iglesia ortodoxa ha glorificado a cuatro mártires de este día de 1937: dos arciprestes (Nicolás Zhitov y Teodoro Lebedev), un sacerdote (Juan Prudentov) y un laico (Alejo Voroshin).

Ocho de los asesinados el 3 de septiembre de 1936 han sido beatificados como mártires del siglo XX en España: cuatro maristas -los hermanos Aquilino, Ligorio Pedro, Félix Lorenzo y Fabián– de Les Avellanes (Lérida) y, en la misma provincia, en Mollerussa, el capellán de los lasalianos –Pío Salvans Corominas-; más tres Hermanas de la Caridad –Concepción Pérez, Dolores Caro y Andrea Calle– en Vallecas (Madrid).
En Japón es aniversario de los beatos mártires Bartolomé Gutiérrez, Vicente Carvalho y Francisco Terrero, sacerdotes de la Orden de Ermitaños de San Agustín; Antonio Ishida, jesuita; Jerónimo Jo y Gabriel de la Magdalena, franciscano (1632); en Francia del beato Andrés Abel Alricy, sacerdote, y sus 71 compañeros y de los sacerdotes Juan Bautista Bottex, Miguel María Francisco de la Gardettte y Francisco Jacinto le Livec de Trésurin (1792); en Corea de san Juan Pak Hu-jae y sus cinco compañeros de martirio (1839). En Rusia, la Iglesia Ortodoxa ha glorificado a tres mártires de este día: los sacerdotes Alejandro Elokhovsky (1918) y Pablo Yagodinsky (1937), más el monje Ignacio Dalanov (1942).

Entre los asesinados el miércoles 12 de agosto de 1936 hay 31 mártires del siglo XX en España. Fueron el obispo auxiliar de Tarragona –Manuel Borràs Ferré-, martirizado el mismo día que cuatro sacerdotes de su diócesis, un carmelita –Carles (de Jesús María) Barrufet Tost– y un operario diocesano en esa provincia; el titular de Jaén, Manuel Basulto Jiménez, muerto junto con su vicario Félix Pérez Portela en la matanza del Tren de la Muerte en la localidad madrileña de Vallecas, donde ese mismo día fueron asesinadas dos Hermanas de la Caridad; otras cinco fueron martirizadas en Puerta de Hierro y dentro de la misma capital lo fueron un sacerdote dominico y otro capuchino –Fernando (de Santiago) Olmedo Reguera-, un vicenciano –Perfecto del Río Páramo– y en su provincia un hospitalario, martirizado en Valdemoro; cinco sacerdotes y un cooperador claretianos fueron mártires en Barbastro, y en la misma provincia de Huesca mataron a dos sacerdotes diocesanos en Monzón: José Jordán Blecua y José Nadal Guiu. También mataron al párroco de Puente del Arzobispo (Toledo) y a una mujer de la Institución Teresiana en Hornachuelos (Córdoba). En Barcelona, fue martirizado un sacerdote capuchino y en Cuenca un beneficiado de la catedral de Almería, Enrique María Gómez Jiménez.

Sobre la matanza del Tren de la Muerte he publicado un comentario de María Luisa Alonso, autora del libro Luz para el olvido.
Fuera de España, se conmemora en esta fecha en las islas británicas el martirio del sacerdote franciscano irlandés Carlos Mahoney (1679); en Francia los de san Porcario de Lérins y sus compañeros (732), y el del sacerdote Pedro Jarrige de la Morélie de Puyredon (1794); en Vietnam los de los santos santos mártires de 1838 Giacôbê Ðỗ Mai Năm (sacerdote), Antôn Nguyễn Ðích (labrador) y Micae Nguyễn Huy Mỹ (médico); en Polonia los de los beatos sacerdotes Floriano Stepniak y José Straszewski, mártires en Dachau (1942); en Alemania, el del beato sacerdote Karl Leisner (1945); en Rusia, la Iglesia ortodoxa ha glorificado como mártir al diácono Iván Plotnikov (1918).