Cuatro mártires del siglo XX en España nacieron un 1 de abril: los sacerdotes claretianos Marcelino Mur y Luis Albi, más el religioso de la misma orden Fernando Castán -los tres beatificados en Barcelona el 21 de octubre de 2017-, y el dominico gerundense José Santonja Pinsach. De 57 años y natural de Olot (Gerona), era sacerdote del convento del Rosario en Madrid, en cuyo asalto resultó herido el 19 de julio de 1936.
Marcelino Mur Blanch, nacido el 1 de abril de 1882 en la localidad francesa de Riguepeu (Departamento de Gers, región de Mediodía-Pirineos), tenía 54 años cuando lo mataron en Sallent (Barcelona) el 25 de julio de 1936. Destinado en Marsella desde octubre de 1931, volvió a España en enero de 1936, residiendo en la comunidad de Sallent de Llobregat, donde compartiría el martirio con otros tres claretianos:
El H. Mur junto con el P. Mercer abandonó la casa misión de Sallent el 20 de julio de 1936 y se refugió en una casa de la calle Salmerón, en la que permanecieron hasta el día 24 por la tarde. Considerando que la situación no era favorable salieron a buscar seguridad fuera de Sallent, pero fueron sorprendidos y reconocidos por los revolucionarios, quienes los detuvieron, los maltrataron de obra y de palabra. Ellos no ofrecieron ninguna resistencia a las vejaciones de que eran objeto dando ejemplo de humildad y mansedumbre, sino que más bien se dedicaron a rezar. Una patrulla los llevó al ayuntamiento, donde ya estaban el P. Payás y después trajeron al H. Binefa.
En el ayuntamiento fue sometido al interrogatorio como los otros tres y confesó su condición de religioso Misionero del Corazón de María. Por esto fue condenado a muerte. Esa misma noche le condujeron a la explanada del cementerio donde fue fusilado hacia las 6,30 del día 25 de julio junto con los otros tres misioneros de la comunidad.
Fue enterrado en una fosa común con los otros tres claretianos.
Dominicos víctimas de la Checa de Bellas Artes
José Santonja Pinsach era huérfano de padre y madre. A los doce años profesó como dominico en Ocaña en 1895 y fue ordenado sacerdote en 1903 en Ávila. Gozaba de dotes especiales para el cultivo de las artes, la música, pintura y literatura; ameno y afable, desde 1935 vivía en la comunidad del Rosario de Madrid. Muy buen religioso, trabajador y cariñoso, y muy apreciado por las personas que a él acudían. Herido de bala en el asalto al convento el 19 de julio de 1936, fue atendido, entre otros, por el padre Leoncio Arce (ejecutado el 10 de septiembre). Chorreaba sangre cuando lo sacaron a la calle detenido y lo atendieron en una casa de socorro, donde fue visitado por el prior, quien lo llevó al sanatorio del Rosario. De ahí lo sacaron para ejecutarlo en la Pradera de San Isidro, el 15 de agosto de 1936.
Su prior era Inocencio García Díez, de 60 años, que profesó como dominico en 1892 y fue ordenado sacerdote en Vietnam en 1899. Estuvo en Filipinas de 1900 a 1911 y en España recorrió diversos colegios hasta quedar en 1925 en el convento del Rosario de Madrid. En la huida se dio un fuerte golpe, y al saber que el padre José Santonja estaba herido, lo llevó a un sanatorio y estuvo tres días con él. Luego se refugió en casa de su hermana. El 13 de agosto fue rodeada la casa por un piquete de soldados. Algunos entraron en el piso y a la pregunta sobre si era religioso, respondió con firmeza: “Sí, soy Padre Dominico”. Lo llevaron a la checa de Bellas Artes, sede del Comité Provincial de Investigación Pública fundado nueve días atrás para coordinar a la policía de la Dirección General de Seguridad con los grupos de los diferentes partidos políticos. Lo ejecutaron en los sótanos de dicha checa. Fue beatificado en 2007, con su compañero, cuya situación parece que comunicó a sus interrogadores.
Luis Albi Aguilar, nacido en Barcelona el 1 de abril de 1910, tenía 26 años cuando lo mataron, el 21 de agosto de 1936, en Lérida. Era sacerdote desde el 26 de mayo de 1934. En verano de 1935 se trasladó de Cervera a Lérida, donde fue arrestado el 21 de julio de 1936 con el resto de la comunidad:
Pero el P. Albi, cuando era conducido a la cárcel por la calle de la Palma, fue herido en un costado por un carbonero vecino con un clavo o punzón de hierro. Este le perforó la camisa y camiseta dejándolas ensangrentadas, como pudo comprobar la Señora que lavó la ropa. Por ello ese mismo día, como relató el oficial de prisiones, fue ingresado en la enfermería de la cárcel.
La noche del 24 al 25 se presentaron unos milicianos en la enfermería para llevárselo a fusilar con sus compañeros, pero en aquel momento se encontraba haciendo sus necesidades detrás de una puerta y los otros le advirtieron que no saliera al mismo tiempo que aseguraron a los milicianos que allí no había curas. Así se salvó por aquella vez.
Abandonó la enfermería el día 25 y fue colocado en el mismo departamento que los otros Misioneros. Allí hizo la vida de oración y preparación al martirio como se ha descrito más arriba.
El 20 de agosto de 1936 fue sacado de la cárcel junto con otros 73 presos por ser sacerdote, religioso. El jefe revolucionario llevaba una lista bien preparada y fue llamando uno por uno, entre los que figuraba el P. Albi. En la madrugada del 21 fue fusilado en el cementerio de Lérida y enterrado en la fosa común de los mártires.
Fernando Castán Messeguer, nacido el 1 de abril de 1915 en Fonz (Huesca), tenía 21 años cuando lo mataron, el 19 de octubre de 1936 en Sant Pere dels Arquells (Lérida) junto con otros 17 claretianos con él beatificados.
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