Uno de los dos mártires del 5 de diciembre de 1936 arrastró en su muerte a un hermano del ministro Marcelino Domingo. Ante la revolución, no servía de nada ese parentesco que, en cambio, a Federico Mayor Zaragoza le ha dado en ocasiones supuestamente autoridad para pontificar sobre lo que fueron la guerra o la transición, o lo que se debe hacer en Cataluña.