Cinco mártires del siglo XX en España nacieron un 19 de junio: una religiosa mínima descalza barcelonesa, un sacerdote pasionista guipuzcoano, una misionera franciscana abulense, un sacerdote agustino madrileño y otro asturiano.
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Sor Ascensión de San José (Isabel Sánchez Romero antes de hacerse dominica) fue asesinada el 16 de febrero de 1937 en su pueblo natal, Huéscar (Almería) porque no quiso blasfemar. A sus 75 años, fue detenida por llevar un crucifijo al cuello y los revolucionarios, empeñados en que blasfemara, le aplastaron el cráneo. La Iglesia católica la eleva al honor de los altares en la beatificación que tiene lugar a las 11 horas del sábado 18 de junio de 2022 en la Catedral de Sevilla. Su biografía y la de los demás nuevos beatos, con los cuales asciende a 2096 el número de santos y beatos mártires del siglo XX en España, está en la página de los dominicos de la Bética.
20 de estos 27 mártires son los dominicos de Almagro (causa 2034) retratados en la película Bajo un manto de Estrellas, la mayoría de los cuales fue asesinada en la víspera de la Asunción en esa localidad manchega. Sus restos fueron trasladados el 2 de junio de 2022 del abandonado convento de Almagro a Sevilla para ser venerados a partir de la beatificación en aquella ciudad, como los de los seis mártires de Almería (causa 2203: cinco religiosos y el periodista casado Fructuoso Pérez Márquez, director del diario católico La Independencia, fusilado en la playa de La Garrofa con otras víctimas de la represión republicana). La tercera causa martirial agrupada en esta beatificación es la de la citada sor Ascensión de San José (número 2057 en la Congregación para las Causas de los Santos).
En este excel pueden verse los principales datos de los hasta este momento 2.096 mártires (y en hoja aparte los de los 27 de esta beatificación). Las edades de los nuevos mártires oscilaban entre los casi 76 años de sor Acensión y los 20 de Fernando García de Dios. La anciana religiosa fue la más tardíamente martirizada (del resto, cuatro fueron asesinados a fines de julio, tres de los religiosos de Almería fueron arrojados en pozos a principios y finales de septiembre, y el resto fueron asesinados en agosto de 1936. Uno de los religiosos de Almagro era portugués de Lisboa, en el resto predominan los castellano-leoneses (seis palentinos, cinco leoneses, tres burgaleses, un salmantino), cántabros (cuatro), y con un mártir están representadas las provincias de Asturias, Ciudad Real, Málaga, Almería, Granada y Las Palmas. Varios de los religiosos estudiaron o predicaron en Roma, Bélgica, Suiza, Venezuela, Jerusalén, Cuba y México (el hermano Luis María Fernández Martínez sufrió allí la persecución «contra los cristeros» del presidente Calles, guardando la iglesia del convento de Santo Domingo en Puebla de los Ángeles). Fructuoso Pérez también vivió en Chile.

Cuatro mártires del siglo XX en España nacieron un 27 de marzo: un marista burgalés, un capuchino sevillano, un franciscano de Valencia (fray Salvador Mollar) y un agustino cubano (el primer beato de esa isla).
Un capuchino mártir -fray Federico de Berga- fue asesinado en Barcelona el 17 de febrero de 1937. El día anterior, había sido apresado por milicianos de la UGT, según la biografía publicada antes de la beatificación de 26 capuchinos el 21 de noviembre de 2015. Además, otros 11 mártires del siglo XX en España nacieron un 17 de febrero: dos pasionistas y el superior provincial de esa congregación -navarros los primeros y cacereño el último-, un salesiano ilerdense, un marianista guipuzcoano, un carmelita pontevedrés, el párroco de Turís (Valencia), una hermana de la Doctrina Cristiana barcelonesa, un escolapio valenciano y dos dominicos (uno leonés y otro asturiano).
El superior de los pasionistas
Vicente (Nicéforo de Jesús y María) Díez Tejerina, sacerdote y superior provincial de los pasionistas, había nacido en Herreruela (Cáceres) en 1893 (tenía 43 años), fue asesinado en Manzanares (Ciudad Real) el 23 de julio de 1936 y beatificado en 1989 con 25 compañeros. Su historia la resumí en el post del 3 de febrero.
En vez del Padrenuestro, gritad: ¡viva el comunismo!
Antonio Enrique Canut Isús, sacerdote salesiano de la comunidad de Ronda (Málaga), había nacido en Llessui (Lleida) en 1874 (tenía 62 años), fue asesinado el 24 de julio de 1936 en la misma ciudad y beatificado en 2007 con otros 72 salesianos.
En Ronda habían quemado el 19 de julio la iglesia de los Descalzos y el día 20 otras 14. Los salesianos del colegio El Castillo fueron respetados incluso a mediodía del 21, cuando los milicianos armados hicieron un primer registro. El día 23 fue más duro, y cada salesiano fue cacheado entre insultos y blasfemias. Conminado a decir dónde escondía armas, el director –Antonio Dionisio Torrero Luque, era el mayor de los 10 hijos de un zapatero cordobés, profesó en 1907, fue ordenado sacerdote en 1913- contestó: Disparadme si queréis, pero sabed que matáis a un inocente.
En el saqueo consiguiente, quemaron ornamentos e imágenes, y profanaron la Eucaristía. El día 24, concentraron a todos los salesianos en el cuarto del portero mientras volvían a registrar concienzudamente. Hacia la una los expulsaron del colegio, y mientras recogían sus cosas les conminaban:
– Ahora en vez de tantos Padrenuestros, gritad con nosotros y bien fuerte ¡Viva el comunismo libertario!
Torrero estaba emocionado hasta el punto de no poder despedirse mientras se abrazaban:
– Bueno, adiós hijitos. Hasta el…
Cuatro milicianos condujeron a Torrero y al más anciano de los salesianos, Enrique Canut, a casa de José Furest, cooperador salesiano que a los pocos días sería también asesinado. Torrero saludó allí a un amigo médico: “Apriete fuerte, que está abrazando a un mártir”. Al atardecer, varios milicianos se llevaron a los salesianos, prometiendo: “estén tranquilos, que no les pasará nada malo”. Salieron hacia el barrio de san Francisco, subiendo la calle Cuesta de las Imágenes. Enrique Canut, anciano, veía poco, y Antonio Torrero, que sufría de hemiplejia, tampoco podía andar de prisa. Ambos cayeron varias veces. En el Huerto del Gómez, los milicianos discutieron y ataron con alambres las manos de los presos. Después, uno detrás del otro, los fusilaron entre los peñascos del lugar llamado Corral de los Potros. Las últimas palabras de Torrero fueron: “Perdónales, Señor, porque no saben lo que hacen”. Los cadáveres quedaron 24 horas en el campo. El médico que hizo la autopsia declaró en el proceso de beatificación:
“El Padre Torrero tenía su sonrisa habitual. Por las heridas hinchadas, con rasguños y pérdida de piel, por las ropas llenas de polvo, se deducía que los habían arrastrado antes de expirar. Los presentes en la autopsia decían que los mártires los habían perdonado”.

Ocho mártires del siglo XX en España fueron asesinados el lunes 7 de septiembre de 1936: dos lasalianos en Madrid, dos carmelitas descalzos -el hermano Marcelo de Santa Ana y el padre Antonio María de Jesús Bonet– en Barcelona, otro en Toledo -el padre Tirso de Jesús María, sobre el que se ha hecho un retrato que es todo un ejemplo de cómo mantener y fomentar la devoción a los mártires- y una carmelita de la caridad –Ascensión de San José de Calasanz Lloret, asesinada con su hermano Salvador, escolapio- en la provincia de Valencia; un franciscano –Félix Gómez-Pinto– en Guadalajara y otro –Pascual Fortuño, quien profetizó su martirio y cómo habían de matarlo- en Castellón.
Se celebra también el aniversario del martirio en Kosice (Eslovaquia) en 1619 de los santos jesuitas Melchor Grodziecki (polaco), Istvan Pongracz (húngaro) y Marcos Krizevcanin (croata). En Rusia, la Iglesia ortodoxa ha glorificado a un mártir de 1931 (el monje sacerdote Moisés Kozhin) y otro de 1938 (el sacerdote Vladimiro Moshchansky).

De los 22 mártires del siglo XX en España que fueron asesinados el miércoles 5 de agosto de 1936, el grupo más numeroso son diez agustinos en Fuentelahiguera (Valencia). La víctima más destacada, sin embargo, es el primer obispo beatificado, el de Lérida. Además, hay tres sacerdotes seculares en Tarragona –Pau Virgili Monfà, Joan Gibert Galofré y Lluís Domingo Mariné-, tres dominicos en Madrid -pero del convento de Ocaña: Manuel Moreno Martínez, Víctor García Ceballos y Eduardo González Santo Domingo-, dos mercedarios –José Trallero Lou y Jaime Codina Casellas– en un pueblo de Teruel, un hermano de La Salle en Girona, un benedictino del Pueyo en Barbastro (Huesca) y el arcipreste de Talavera de la Reina (Toledo).
En esta fecha se conmemora en las islas británicas el aniversario del martirio de san Oswaldo de Bernicia, rey de Northumbria (642); en Francia el del beato Pedro Miguel Noël (1794); en Rusia de dos mártires glorificados por la Iglesia ortodoxa que fueron asesinados en 1938: el laico Andrés Argunov y el sacerdote Miguel Troitsky.