De los 22 mártires del siglo XX en España que fueron asesinados el miércoles 5 de agosto de 1936, el grupo más numeroso son diez agustinos en Fuentelahiguera (Valencia). La víctima más destacada, sin embargo, es el primer obispo beatificado, el de Lérida. Además, hay tres sacerdotes seculares en Tarragona –Pau Virgili Monfà, Joan Gibert Galofré y Lluís Domingo Mariné-, tres dominicos en Madrid -pero del convento de Ocaña: Manuel Moreno Martínez, Víctor García Ceballos y Eduardo González Santo Domingo-, dos mercedarios –José Trallero Lou y Jaime Codina Casellas– en un pueblo de Teruel, un hermano de La Salle en Girona, un benedictino del Pueyo en Barbastro (Huesca) y el arcipreste de Talavera de la Reina (Toledo).
En esta fecha se conmemora en las islas británicas el aniversario del martirio de san Oswaldo de Bernicia, rey de Northumbria (642); en Francia el del beato Pedro Miguel Noël (1794); en Rusia de dos mártires glorificados por la Iglesia ortodoxa que fueron asesinados en 1938: el laico Andrés Argunov y el sacerdote Miguel Troitsky.