Un francés mártir en Valencia: prediquen a Cristo para que nuestra sangre no se derrame en vano El hermano Luis Damián, francés, se despidió del párroco de Benisa pidiendo: prediquen a los cuatro vientos el Reino de Cristo


Cuatro mártires del siglo XX en España nacieron un 28 de marzo: un marista francés, un dominico leonés, un sacerdote operario tarraconense y un agustino zamorano.

Cuatro maristas mártires en Valencia
Joseph Sobraqués Glory (hermano Luis Damián), marista de 45 años, nació en Bouleternère (Pyrénées-Orientales, Francia), fue asesinado en Valencia el 4 de agosto de 1936 y beatificado en 2013. Hizo su profesión perpetua en 1912. El párroco de Benisa contó que “el 4 de agosto de 1936 entré preso en la checa de la calle de Sagunto (Valencia) y me encontré con el superior de los Hermanos Maristas, quien me pidió le oyera en confesión. Luego, hablando de la situación de peligro dijo: Voy contento y satisfecho al martirio; sé que esta noche nos matarán. Padre, le ruego que si algunos de ustedes quedan con vida, prediquen a los cuatro vientos el Reino de Cristo, para que nuestra sangre no sea derramada en vano. Luego un carcelero anunció: El superior de los maristas y sus compañeros. A los pocos minutos oímos cinco disparos. Eran entre las diez y las once de la noche.” Los otros tres maristas mártires eran Luis Galerón Parte (hermano Benedicto José, había hecho la profesión temporal en 1929), José Pampliega Santiago (hermano Berardo José había hecho la profesión temporal en 1930), ambos de 23 años; y Elías Garet Ventejo (hermano José Ceferino), de 31 años, que hizo su profesión perpetua en 1926; y de quien dijo el párroco de Mislata, compañero de prisión: “Tanto se distinguió por la entereza de héroe y piedad extraordinaria de mártir, que por todos fue reconocido como algo inusitado”.

Cuatro dominicos de Navelgas

Santiago Franco Mayo
, sacerdote dominico de 31 años, natural de Santa María del Páramo (León) y profesor del colegio de Navelgas, fue asesinado en esa localidad el 18 de agosto de 1936 y beatificado en 2007 con tres compañeros mártires de su comunidad.

El sacerdote Celestino José Alonso Villar, de 74 años, superior de la comunidad del colegio, fue citado a declarar el 7 de agosto ante el comité local, que impuso al convento una aportación económica. El 12 de agosto detuvieron al superior y al padre Gregorio Díez Pérez, de 26 años, al que obligaron a trabajar en la reparación de un puente. Los dejaron regresar al convento, pero el 16 detuvieron a los dos padres citados más los dos restantes, Santiago Franco Mayo y Abilio Sáiz López -este de 42 años-, dejando a los niños del colegio solos y llorando. Los llevaron a la cárcel instalada en los bajos del cuartel de la guardia civil, donde oraron de manera continua y lograron celebrar la Eucaristía. En la madrugada del 18, en el paraje de La Tejera, de Navelgas, los mataron mientras invocaban a Cristo Rey. Al padre Celestino no lograron despojarle de su hábito.

Sebastiá Segarra Barberá, sacerdote operario diocesano de 42 años, natural de Paüls (Tarragona), fue asesinado el 5 de octubre de 1936 en Les Corts (Barcelona) y beatificado en 2013.

Ramiro Alonso López, alumno de filosofía agustino de 21 años, oriundo de Pozuelo de Tábara (Zamora), fue asesinado el 30 de noviembre de 1936 en Paracuellos de Jarama (Madrid) y beatificado en 2007.

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